29 de febrero de 2024- Durante la audiencia, convocada por la Secretaría de Energía de la Nación, la defensora del pueblo, Adriana Santagati puntualizó, sobre la base de la documentación puesta a disposición, en dos temas centrales, por un lado, la redeterminación de la estructura de subsidios a fin de asegurar el acceso a los servicios energéticos y, por otro lado, la determinación de lo que representaría un “consumo básico y esencial”, a través de la conformación de la “Canasta Básica Energética”.
“La Canasta Básica se pretende ajustar a las necesidades de los usuarios, considerando la cantidad de miembros del hogar y la zona climática, pero no considera la necesidad energética de la vivienda familiar. De la información proporcionada se advierte un esfuerzo en la medición del consumo, pero no en la necesidad. Es aquí donde consideramos que corresponde dimensionar en los estudios y análisis la brecha entre necesidad de energía y demanda efectiva o gasto realizado”, remarcó la defensora del Pueblo.
Indicó que “pretender trasladar al usuario parámetros de uso de la energía en Europa, no se condice con las condiciones habitacionales y posibilidades de acceso a sistemas de eficiencia energética de la población nacional, donde se registran niveles de pobreza del orden del 57%”.
“En el material de análisis se indica que `se considera necesario asegurar el acceso de todos los hogares a un consumo básico para una vida digna´. Si bien la determinación de lo que debe interpretarse como ´un consumo básico´ y ´una vida digna´ resulta discrecional, debe ser debidamente merituada teniendo en consideración las particularidades regionales, para no producir nuevas desigualdades, fruto de la asignación de recursos a sectores que no lo requieren”.
En función de ello, la defensora Santagati efectuó algunos aportes a los fines que sean considerados en la revisión de la metodología de determinación de la Canasta Básica Energética que se propone adoptar.
Accedé a la exposición completa