La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en uno de sus reportes diarios que el estigma puede hacer que “las personas oculten la enfermedad para evitar la discriminación”, que no consulten al médico inmediatamente y que los desaliente a adoptar comportamientos saludables.
Las barreras “pueden potencialmente contribuir a más problemas de salud severos”, a la transmisión continua, y a dificultades de controlar enfermedades infecciosas durante un brote”, alertó la OMS.
Nuestro orden social se fundamenta en valores objetivos representados en los derechos humanos. Todas las personas merecen el mismo trato digno y la garantía del ejercicio de sus derechos de forma igualitaria.
Entonces, ninguna persona enferma de COVID-19 o en proceso de confirmar si lo está, o si ya está recuperada pero debe continuar con el aislamiento, o bien cumple funciones cerca de pacientes que padecen coronavirus, puede ser tratada de manera violenta u arbitraria.
Estos tiempos exigen solidaridad y empatía. Es necesario el apoyo y auxilio a estas personas, sobre todo a aquellas que viven solas.
Tejer lazos de apoyo con vecinos, familiares y amistades, resulta de suma importancia. La forma de ayudar puede ser diversa, desde el auxilio y voluntariado, hasta una llamada por teléfono para acompañar.
Lograr un trato igualitario pasa por reconocer las diferencias. Hoy tenemos la oportunidad de evitar que éstas se conviertan en algo que justifique la exclusión, el maltrato y la limitación de derechos.
La pandemia del COVID 19 nos está exigiendo nuevas formas de unión y convivencia.
Debemos poner la mira en que esta situación nos sirva para aprender a ser mejores personas.
Para denunciar situaciones de discriminación podés llamarnos al 0800 999 3776 o escribirnos a consulta@defensoria.rionegro.gov.ar