“Es necesario convocar a todos los actores sociales y proyectar una ciudad distinta”. César Domínguez, defensor adjunto, en el marco del Aniversario de Gral. Roca.

Por César Domínguez
Defensor del Pueblo Adjunto

El 01 de septiembre de 1879 se funda nuestra ciudad, a propuesta del General Lorenzo Vintter, como Fuerte General Roca. Lugar llamado por los pueblos originarios como Fisque Menuco, cuya traducción es ´agua donde el que entra se hunde´. Nada más cierto ya que debió trasladarse a los pobladores, por una inundación en el año 1899, donde actualmente se ubica.

Hoy nuestra localidad cumple 141 años, es un día para poder recordar y homenajear a todos aquellos que hicieron posible su crecimiento y desarrollo. Los aniversarios nos permiten recordar y retomar, también, enseñanzas y premisas que nos dejaron nuestros antepasados para seguir adelante, ante adversidades ajenas a nuestros intereses.

No debemos abandonar el esfuerzo, el trabajo y el compromiso por nuestra Ciudad.
Este año, es distinto, estamos aprendiendo como sociedad, en sentido solidario. Quizás en otros momentos no se darían pero en la actual situación crítica en que vivimos, afectados por una pandemia, , la unidad debe convertirse en la llave del éxito.

Nadie puede solo y todos tenemos que ayudar, tenemos que ser más responsables y saber que el destino común es el que se juega. Lo que le pasa al otro perjudica a todos, no hay espacio para actitudes individuales o egoístas. En estos tiempos se han aplicado políticas con las mejores intenciones, con el objeto de cuidar la salud de la población, pero muchas veces se deja de consultar a los ciudadanos que fueron afectados por esas medidas. La calidad de la ciudad se mide por el grado del ejercicio de la ciudadanía. Los ciudadanos hacen la ciudad y la ciudad hace a los ciudadanos, (Trilla 1998).

Es necesario que la participación vaya a más, que se materialice en prácticas concretas que permitan el ejercicio de los derechos civiles. Nuestra ciudad ha crecido casi en contra de las necesidades de sus habitantes y especialmente de los más vulnerables, debiéndose revisar sus estructuras y sus articulaciones, para volverla apta para todos. Casi todas las ciudades tienen estos defectos que debemos corregir.

Debemos darle participación a los niños y niñas que no hemos escuchado en estos tiempos de pandemia y nuestras decisiones los afectan sobremanera. La Convención de Derechos del Niño, adoptada por las Naciones Unidas en 1989, estableció su primer documento que reconoce la participación infantil en aquello que los afecte, que puedan expresar su opinión y que sea tenida en cuenta, esto es de carácter obligatorio para los Estados firmantes.

Si queremos incluir a todos, es necesario la creación del Consejo de Participación Infantil y Adolescente, donde puedan ser escuchadas sus propuestas y se tengan en cuenta, para mejorar su cotidianidad. Su participación formará su identidad y autonomía. Formándose como ciudadanos, aprenderán sus derechos, deberes y trabajarán para el bien común.

Otro grupo donde se descuida sus sentimientos y opiniones fue el de los adultos mayores. No son niños pero se los trata como tales por su edad y enfermedades pero son sujetos con los mismos derechos y oportunidades de expresarse que los demás. La soledad ha afectado a muchas personas de diversas edades, son los más vulnerables ante la enfermedad, pocos han tenido en cuenta sus emociones, percepciones y opiniones.

Debemos nuestra solidaridad a los comerciantes que sufren una fuerte caída en las ventas, no pudiendo hacer frente a sus obligaciones de pago por las medidas restrictivas frente a la pandemia. Hoy nos encontramos con un panorama difícil donde la tormenta aún no pasó, donde es necesario convocar a todos los actores sociales de nuestra comunidad y comenzar a proyectar una ciudad distinta. Ya nada va a ser lo mismo.

Debemos preguntarnos cómo proyectar el asentamiento poblacional y definir si seguir destruyendo las tierras productivas con loteos o debemos mirar al norte de nuestra ciudad. Debemos parar con la contaminación ambiental trabajando juntos, evitando daños mayores en nuestros ríos, montañas y desagües.

Paremos ya con este daño a nosotros mismos, apoyemos a nuestras instituciones deportivas que cumplen una función social y deportiva en nuestros jóvenes; a nuestros comerciantes y pymes que son el motor económico de la localidad, debemos ayudarlas para salir de esta crisis, debemos crear un marco fiscal y financiero que les permita recuperarse del gran encierro. Sin empresas no hay recuperación ni sector público.

Apostemos a la producción frutihortícola, convoquemos a una gran participación con referentes para ver como salimos adelante con la participación ciudadana. Ese es el gran desafío, no lo ignoremos, comprometámonos, dejemos huellas en esta vida pero no nos empantanemos, trabajemos juntos. Todos queremos una ciudad mejor.

Reclamemos nuestros derechos pero también cumplamos con nuestros deberes. Respetemos al otro con ideas disimiles y apostemos al bien común, trabajando unidos codo a codo, con todos los actores.

Tenemos una oportunidad de salir adelante como Ciudad, Provincia y Nación. Trabajo, esfuerzo y compromiso en estos tiempos que nos tocan vivir. Los meses que vendrán serán muy difíciles , trabajemos juntos y seamos responsables.